Como cada año, celebramos el Día Internacional de la Mujer, que conmemora la huelga llevada a cabo por las trabajadoras del sector textil en 1908, en Nueva York, cuando 146 trabajadoras murieron quemadas debido a las precarias condiciones laborales que padecían. Este hecho marcó un hito en la lucha de las mujeres por los derechos laborales y la igualdad. Más de 100 años después, todavía falta mucho para alcanzar plenamente estos objetivos.
Este año, la Asociación Nacional de Empleadas y Empleados del Poder Judicial (Anejud) –a través del Comité de Igualdad y No discriminación- ha querido relevar esta fecha, para recordar que el índice de Igualdad de Género en Chile, aún sigue considerando que las mujeres viven una situación de discriminación en distintos ámbitos de la vida familiar, laboral y social, y que el Estado no ha sido capaz de resolver estos problemas, por ejemplo, la violencia y el acoso en el mundo del trabajo pese a que desde el 2019 contamos con el Convenio 190 y la recomendación 206 que podría poner fin a este flagelo si nuestro país lo ratificara.
Somos conscientes de que el estatus y las relaciones de poder desiguales en la sociedad y en el trabajo hacen que muchas veces la mujer resulte más expuesta a la violencia y el acoso. La violencia contra la mujer crea desigualdad, afectando el bienestar de las generaciones actuales y futuras. La violencia y su amenaza privan a las mujeres de sus derechos humanos básicos, y en el Poder Judicial no estamos ajenos a ello.
El Convenio 190 de la OIT, el cual nuestra organización ha promovido para su ratificación, envía un mensaje firme de que ni la violencia ni el acoso forman parte del trabajo, y que en el Poder Judicial se requieren políticas efectivas destinadas a prevenir y eliminar la violencia de género en el sector.
Nuestra organización está comprometida con la igualdad de género y de oportunidades, y este 8 de marzo, unimos nuestra voz a las voces de las mujeres de Chile que están llamando a reivindicar a los servicios públicos como medios de transformar las relaciones desiguales de género, iniciando por reclamar un mundo del trabajo libre de violencia y acoso a través de la ratificación del Convenio 190 de la OIT y reconocer el valor social y económico del trabajo de cuidados (remunerado o no), el derecho humano al cuidado y el carácter público de los servicios de cuidados.
Directorio Nacional Anejud