En el marco del Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer, la Asociación Nacional de Empleados del Poder Judicial (ANEJUD) destaca por su rol solidario hacia sus socias y socios, particularmente aquellos provenientes de regiones, quienes enfrentan el desafío de acceder a tratamientos en Santiago. La ANEJUD no solo se convierte en un pilar de apoyo, sino que también encarna un refugio de esperanza a través del Hogar Judicial, ofreciendo alojamiento gratuito y un entorno de cuidado y empatía.
El corazón de este reportaje late con las historias de Pablo Cáceres y Valeska Aguilar, cuyas voces narran la profundidad del apoyo brindado a quienes luchan día a día contra esta enfermedad. La entrevista revela no solo la infraestructura de apoyo, sino el tejido humano que fortalece a la comunidad judicial en momentos de vulnerabilidad.
La labor de la ANEJUD trasciende lo material, al tejer una red de soporte emocional y práctico para sus miembros. Las historias compartidas por Pablo y Valeska iluminan la importancia de la solidaridad, el acompañamiento y la comprensión en la batalla contra el cáncer.
Entrevista a Valeska Aguilar y Pablo Cáceres encargados del Hogar Judicial
Entrevistador: Quería preguntarles, ahora que pensamos en el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer, ¿cómo funciona el Hogar Judicial en apoyo a las asociadas y los asociados? Entiendo que hay personas que se alojan en el hogar cuando vienen a Santiago a realizar sus tratamientos. ¿Podrían contarnos un poco sobre cómo es eso?
Pablo: Bueno, el lugar ofrece este beneficio a la gente que viene con problemas médicos, siendo el cáncer, que requiere un tratamiento largo, uno de los más comunes. El beneficio principal que la ANEJUD ofrece al socio es la gratuidad. Estar aquí, considerando lo prolongado de los tratamientos, es una gran ayuda. Nuestra función, entonces, es apoyarlos y ayudarlos en todo lo que podamos, especialmente en temas de alimentación, ya que muchos tratamientos requieren dietas especiales. Desde que llegamos en 2003, hemos visto a muchas personas pasar por aquí, continuando con su tratamiento contra el cáncer. Nos esforzamos por asistirlos lo mejor posible, incluyendo la importancia de una relación única y cercana con cada persona, permitiéndoles también compartir sus experiencias.
A lo largo de nuestro trabajo en el Hogar Judicial, hemos enfocado un porcentaje importante de nuestra labor en apoyar a las personas enfermas de cáncer. Más allá de ser una organización gremial, hemos puesto énfasis en el aspecto humano, ya que el hogar es un refugio para todos los socios que vienen a Santiago, pero con una atención muy personalizada para aquellos con enfermedades graves. Proporcionar alojamiento y soporte emocional ante la diversidad de problemas que enfrentan estas personas es vital. El hogar nos ha dado la libertad de expandir nuestra labor más allá del cuidado básico, permitiéndonos ofrecer una atención personalizada y adaptada a sus necesidades, incluso fuera del horario habitual.
Valeska : Aquí en el hogar, siempre pienso en escribir un libro sobre nuestras experiencias. Aparte de mitigar el dolor de una enfermedad tan terrible, también recibimos mucha paz y amor. No es un cliché; es una realidad palpable a través de experiencias extremas, como ayudar a personas en situaciones críticas a cualquier hora. Creo profundamente en nuestra misión espiritual de apoyar a quienes enfrentan graves problemas de salud. Recuerdo un caso conmovedor de una bebé que necesitaba oxígeno urgentemente, y la odisea que vivimos para conseguirlo, demostrando la profundidad de nuestro compromiso y el impacto vital de nuestra labor. La importancia del hogar y la asociación trasciende lo convencional, convirtiéndose en un pilar esencial para los socios, especialmente para aquellos que enfrentan el cáncer en Santiago.
Finalizamos este reportaje con una reflexión: la ANEJUD es más que una asociación; es una familia extendida que abraza la solidaridad como su principio más sagrado. En la lucha contra el cáncer, donde la esperanza y el apoyo son tan cruciales como el tratamiento, la ANEJUD se erige como un faro de humanidad y compasión, reafirmando su compromiso inquebrantable con la justicia social y el apoyo mutuo.
Este reportaje no solo celebra el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer, sino que también honra el espíritu de solidaridad y cuidado que la ANEJUD encarna, haciendo de la empatía y el apoyo incondicional las armas más poderosas en la lucha contra esta enfermedad.